January 24, 2025
Tuvimos una maravillosa reunión gratuita y un intercambio en el que un coach principiante preguntó a los coaches más experimentados qué consejo le darían a su yo más joven. Se produjo una discusión muy interesante (como sucede casi siempre en nuestras reuniones gratuitas).
Eres lo suficientemente bueno
Si eres lo suficientemente bueno o no lo suficientemente bueno, hay una cosa que no ayuda: compararte con el ficticio "mejor" coach del universo. El cliente no tiene acceso al mejor coach del universo. Puede que no lo seas, pero eres tú quien está ahí. Así que deja de preocuparte. Compárate con el coach que eras ayer, pero hazlo después de la sesión. Todos sabemos cómo tener conversaciones. Si te atrae la profesión de "coach" por las razones correctas, es decir, querer ayudar a las personas a avanzar, probablemente ya tengas experiencia en ser útil al hablar con las personas. Básicamente, sabes cómo hacerlo, no te preocupes. Preocuparse te catapultará hacia tu propia mente y te alejará de la presencia con tu cliente: con toda seguridad te hará empeorar.
Sal del modo de resolución de problemas
Como deseamos ser útiles, los problemas de nuestro cliente a veces parecen un rompecabezas que estamos invitados a resolver con el cliente. Podemos quedar atrapados en el modo de resolución de problemas. En cambio, es útil recordar que el cliente puede encontrar sus propias soluciones, que somos meros "parteros". Mantener la calma, ayudar al cliente a estructurar sus pensamientos, hacer preguntas útiles es más útil que lanzarse.
Acepta el no saber
Si no sabemos una solución a lo que el cliente está planteando, también podemos quedarnos estancados, especialmente si estamos acostumbrados al modo de resolución de problemas. Entramos en pánico porque no sabemos. El consejo que los entrenadores experimentados darían a sus yo más jóvenes es: no te preocupes, acepta el no saber. Confíe en que el proceso de coaching ayudará al cliente a encontrar una manera de avanzar, no tiene por qué ser instantáneo: a veces, un pequeño avance ya puede cambiar muchas cosas.
Sea transparente
Cuando esté estancado o cuando ocurra algo en la sesión de coaching que le resulte curioso, por ejemplo, la conversación esté dando vueltas, sea transparente con el cliente. No piense que tiene que lidiar con esto por su cuenta. "Ah, parece que nos hemos metido en un rincón, ¿qué opina?" o "Hm, tengo la sensación de que estamos hablando un poco en círculos, ¿qué opina?"
Continúe creciendo mediante la reflexión
Después de unas cuantas sesiones, siéntese a reflexionar sobre lo que le satisface de su coaching y lo que le gustaría mejorar. Pide a tus clientes que te den su opinión sobre las sesiones y quizás habla con un supervisor de coaching para desarrollarte conscientemente, experimentar y crecer.
Espero que estas reflexiones te hayan resultado útiles. ¡Ven a nuestras reuniones e intercambios gratuitos para participar en estas y otras animadas discusiones entre coaches!