¡Estás equivocado! ¡Siempre!

• “Corrígeme si me equivoco…”
• “¿Tengo razón?”
• “¡Por favor, contraataca si me equivoco!”
• “¿Te parece bien?”

Son cosas que decimos antes o después de resumir lo que dijo otra persona. Pero, ¿por qué lo hacemos? ¿Por qué repetir algo que se dijo justo antes? ¿Pérdida de memoria colectiva?

Veo que levantas una ceja (algo que siempre he querido poder hacer) y supongo que estás empezando a pensar: “¡Pero necesito asegurarme de que me entiendan! ¡Tiene que haber un ciclo de retroalimentación! ¡Modelo de emisor y receptor!”

Y tienes razón (¡sic!). La idea de que necesitamos reproducir lo que acabamos de escuchar para asegurarnos de que me entiendan se puede derivar del modelo de comunicación emisor/receptor. Un emisor tiene un mensaje, lo codifica en una señal (lenguaje, lenguaje corporal, etc.). El receptor recibe el mensaje, lo descodifica y luego lo entiende. Sin embargo, se supone que el significado se pierde en la codificación y descodificación o en la señal. Por lo tanto, para verificar si el receptor ha descodificado lo que el emisor quería decir, el receptor tiene que utilizar un canal de retroalimentación y enviar el mensaje de vuelta.

El coaching centrado en soluciones se basa en filosofías posmodernas o posestructuralistas de la comunicación y tiene una visión ligeramente diferente: pensamos que la "comprensión" no es ni posible ni deseable. Estamos muy contentos de saber que "no hay entendimiento, solo malentendidos más o menos útiles", algo que a menudo escuché decir a Steve de Shazer.

La comunicación exitosa no consiste en "representar lo que la otra persona dijo correctamente", sino en co-construir una conversación, tal vez una visión conjunta del mundo y las posibilidades que ofrece.

Por lo tanto, cuando los Coaches Centrados en Soluciones repiten palabras que dijo el cliente, no es para asegurar la comprensión, sino para arrojar luz sobre elementos potencialmente útiles: lo que parece importante para el cliente, lo que el cliente quiere, lo que el cliente ya sabe. Durante mis estudios de terapia narrativa en el Centro Dulwich en Adelaida, escuché la frase: "rescatar lo hablado de lo hablado".

A continuación, se muestra un ejemplo de una transcripción real:

Kirsten (Cliente 00:50): Y creo que en lo que quiero seguir trabajando es en cómo mantenerme saludable, medio feliz, como no... Sé que la felicidad completa no está en el panorama cuando estás tan sobrecargado de trabajo. Pero lo importante es mantener la cordura en una situación en la que sé que no hay forma de que pueda hacer todo lo que tengo que hacer. Podría trabajar fácilmente 16 horas al día, pero elijo no hacerlo. Pero estoy trabajando 10 u 11 horas al día, solo para hacer lo básico y hacer lo que realmente se necesita hacer. Roy (Coach 01:38): De acuerdo. Entonces estás haciendo lo que se necesita hacer, 10 u 11 horas al día. Parece que estás comprometido a hacer eso y quieres encontrar formas de mantenerte saludable y cuerdo, y al menos medio feliz. Roy selecciona todas las cosas que Kirsten sabe y lo que quiere y lo que es importante para ella. Esto ayuda a aclarar de qué se trata la conversación. Roy también usa las palabras exactas de Kirsten. Reflexionar se convierte así en una invitación a construir en conjunto lo que se quiere, un esfuerzo muy diferente a tratar de "hacerlo bien". En lugar de preguntar "¿estoy en lo cierto?", creo que podríamos plantearnos preguntar:

• "¿Estoy captando las cosas en las que te gustaría centrarte?"
• "¿He captado los elementos que te gustaría destacar?"
• "¿Me he perdido algo importante aquí?"
• "Esto es lo que estoy captando de lo que he oído: ¿cuáles son los puntos más importantes para ti?"

Si quieres analizar diferentes sesiones desde esa perspectiva, encontrarás 3 listas de reproducción de demostraciones de coaching en nuestro canal de YouTube:

>>> www.youtube.com/solutionsacademy <<<

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