El coaching de equipo imposible

La semana pasada tuve una sesión con algunos de nuestros antiguos alumnos de coaching de equipos. Habían pedido “primeros auxilios”, una especie de sesión de supervisión debido a un proceso de coaching de equipos en el que habían empezado a participar. Como siempre hacemos, habían empezado con un bonito contrato con el director del equipo y luego continuaron con una “charla constructiva” con el equipo. La charla constructiva es una forma de contrato con un equipo desarrollado por John Brooker. Las instrucciones detalladas están aquí. Básicamente, el ejercicio lleva a las personas a identificar lo que quieren “en cambio”, cómo debería ser su futuro y también les da la oportunidad de desahogarse. Ahora bien, este equipo no podía ponerse de acuerdo sobre un objetivo común. El único que pudieron encontrar era muy general y no viable.

¿Qué hacer? En nuestra discusión, sentí mucha curiosidad: por lo general, un equipo ya tiene un objetivo común, de lo contrario no sería un equipo. Un equipo suele definirse como cualquier grupo de personas organizadas para trabajar juntas, tanto de forma interdependiente como cooperativa, para lograr un propósito o una meta. ¿Por qué no fue este el caso aquí? (Bueno, normalmente no hago muchas preguntas de por qué, pero tenía mucha curiosidad por saber qué estaba pasando aquí). Resultó que el equipo en realidad estaba formado por dos equipos, o peor aún, por un equipo y un grupo de colaboradores individuales que trabajaban para el mismo gerente, por lo que no había interdependencia, ni necesidad de cooperación ni propósito o meta conjunta. ¡Literalmente no tiene sentido que reciban coaching juntos! Una vez que comprendimos que esa era la situación, la solución se hizo obvia: no hagamos coaching de equipo. Todos aprendimos algo (es decir, que esto no es un equipo). Mis exalumnos decidieron volver a contratar al gerente y preguntar qué tipo de agrupaciones para un posible coaching de equipo tendrían sentido. Probablemente un coaching de equipo para el equipo y un coaching de grupo para el grupo. El equipo identificaría lo que quieren hacer mejor juntos, el grupo identificaría cómo podrían ayudarse mutuamente en sus respectivos roles (por ejemplo, a través del intercambio de mejores prácticas, supervisión grupal, equipos reflexivos, etc.).

Me acordé de dos cosas importantes:

  • normalmente hay muy buenas razones por las que las cosas no salen como planeamos los entrenadores de equipo
  • no supongas nada cuando comiences un coaching de equipo, ni siquiera que tenga sentido hacerlo 🙂

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