January 13, 2023
Los coaches son demasiado "amables" entre sí. En nuestra eterna búsqueda de armonía, comprensión y apreciación, evitamos los debates que podrían aclarar cuestiones y hacer avanzar el campo. Aceptamos las posiciones de los demás sin cuestionarlas y parecemos haber adoptado una actitud de "si te gusta, bien". Esto puede ser útil cuando intentamos colaborar con diferentes coaches, pero el hecho de que no haya un intercambio sobre la validez de nuestras suposiciones es deplorable. Como siempre subraya Mark McKergow de sfwork: Hablar de coaching es una actividad diferente a hacer coaching. Cuando hacemos coaching, necesitamos apreciar todas las perspectivas y aceptar de dónde vienen nuestros clientes. Cuando hablamos de coaching no se puede aplicar ese relativismo pacífico.
Déjenme darles un ejemplo: el coaching integral o la dinámica espiral se basan en la suposición de Ken Wilber y Don Edward Beck de que el desarrollo humano de los sistemas de valores y las visiones del mundo se produce en etapas en un orden específico desde “Beige”, orientado a la supervivencia e instintivo hasta “Turquesa”, visión global y holística. Tanto las sociedades como los individuos pueden clasificarse como pertenecientes a una etapa en el desarrollo y si estás en una etapa “superior”, puedes llevar a otros a desarrollar su conciencia.
Esto es lo opuesto al coaching centrado en soluciones o al coaching socioconstruccionista. Estos tratan de evitar una visión externa del cliente y se abstendrán de categorizar o diagnosticar su etapa de desarrollo. Estos enfoques suponen que el mundo de las interacciones entre humanos es demasiado complejo como para poder encontrar categorías sensatas. El coach adoptará la posición de un ser humano en la conversación en lugar de un diagnóstico externo de las etapas de desarrollo.
Los coaches integrales pensarán que los coaches socioconstruccionistas van a ciegas, los coaches socioconstruccionistas pueden considerar que diagnosticar las etapas de desarrollo y saber cuál es el siguiente nivel de desarrollo para el cliente es un error y casi poco ético. Pensarán que es una historia que privilegia el conocimiento del coach en lugar del conocimiento del cliente.
Sin embargo, no estamos teniendo este debate y, como no lo estamos teniendo, no estamos aprendiendo unos de otros. El coaching socioconstruccionista y el coaching integral son solo dos ejemplos, hay muchos más puntos polémicos que ignoramos porque estamos demasiado ocupados aprendiendo la "herramienta" más nueva y el nuevo enfoque brillante.
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