Un entrenador no es “neutral”

A menudo escucho: “Como coach, tienes que mantenerte neutral” o, peor aún: “Es importante mantenerte desapegado”. Como si esto fuera posible. “Desapegado” suena más como una casa: la imagen que me viene a la mente es la de dos entidades completamente independientes, donde el coach está “observando” al otro y diseñando “intervenciones inteligentes” para ayudar al cliente a avanzar. Y si has leído un poco de lo que escribo o me has conocido en persona, sabes que este es uno de mis temas favoritos.

Una conversación de coaching (y, en realidad, cualquier conversación) es un esfuerzo conjunto. Coach y cliente, ambos interlocutores, están haciendo algo juntos cuando se comunican. Construimos significado juntos, hacemos que la conversación avance, retroceda y se desplace (es un salto a la izquierda… y luego un paso hacia el rahahahahahight…) y en cada giro pueden surgir cosas nuevas.

Así que, como coach, no estás ni desapegado ni eres “neutral”. Cuando hago coaching, estoy ahí para mi cliente y lo invito a pensar de maneras que puedan abrir un camino hacia donde quiere ir. Creo que necesito al menos tener una apreciación de sus objetivos, incluso si no fueran los míos, para hacer un buen coaching. Por ejemplo, no creo que pueda entrenar a alguien sobre cómo explotar a otras personas aún mejor.

En una de nuestras reuniones gratuitas (enlace de invitación a continuación), una de nuestras amigas mencionó un enigma ético: "¿Podría entrenar a una organización que quiere ser más protectora del planeta cuando ella misma siente mucha pasión por el mismo tema? ¿No traería su propia agenda a la sesión de coaching?" Si dejas de lado la idea de "neutralidad", esto no es un problema: cuando los objetivos se alinean, esto realmente no debería interferir con la co-construcción y la invitación a pensar en un futuro deseado. No es un conflicto de intereses en absoluto.

En otros conflictos de intereses, la palabra "neutralidad" puede emplearse de manera útil. En este caso, se trata más bien de decidir si se puede entrenar a alguien o no. Si su agenda como entrenador es diferente a la de su cliente, si tiene “algo en juego”, sería aconsejable que considerara cuidadosamente si puede entrenar a esa persona. Por eso, cuando “neutral” significa “no querer nada más que el crecimiento del cliente en la dirección que ELLOS elijan”, tiene sentido usar esa palabra.

En mi experiencia, esto es también lo que los ejecutivos y otros clientes aprecian: alguien con quien hablar que (para variar) no quiera nada más que co-crear formas de avanzar para ellos. No quieren una persona “distante” y “neutral” que observe, aplique intervenciones y no se presente como un ser humano. Como dice una de nuestras grandes formadoras de coaches, Svea van der Hoorn: "Se trata de que el quién del coach se encuentre con el quién del cliente".

Como siempre, si desea explorar temas como estos, participar en una supervisión entre pares, ver sesiones de coaching de demostración, solicitar información sobre nuestros cursos, asistir a una de nuestras reuniones e intercambios gratuitos; siempre son muy divertidos:

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