Les vendría bien un coaching, ¡pero no quieren que se les enseñe!

Tuvimos una discusión en una de nuestras clases de Onboarding de ICF: un participante conoce a una persona que CLARAMENTE se beneficiaría del coaching, pero no quiere ni oír hablar de ello. Como comentamos en “Coaching the uncoachable” y “¿Cuántos coaches se necesitan para cambiar una bombilla?“, no hay mucho que puedas hacer en este caso.

Pero, pero, pero… ¿qué pasa si eres el gerente de esta persona y está haciendo que todos en la empresa se sientan miserables (otro caso discutido en otra clase: Coaching en las organizaciones, esta vez)? ¿Puedes obligarlos? Por supuesto, puede limitar sus opciones: "dejarse entrenar o irse", pero esa no es una receta para el éxito.

A continuación, se muestra algo que puede probar: se trata de una técnica llamada "entrevista motivacional". Se utiliza principalmente en el campo de la terapia y la medicina para ayudar a las personas a decidir si hacer cambios en su estilo de vida que sean buenos para ellas. Se desarrolló inicialmente para ayudar a los bebedores problemáticos. En realidad, no se trata de un enfoque de entrenamiento ni está realmente centrado en las soluciones, ya que el profesional (o el gerente) ha decidido cuál sería un buen resultado: la persona bebe menos, el miembro del equipo está de acuerdo en que valdría la pena intentar el entrenamiento...

La entrevista motivacional también comienza con el profesional escuchando lo que quiere el cliente: "¿Cómo le gustaría que fueran diferentes las cosas?" "¿De qué manera los conflictos con sus colegas se interponen en el camino de lo que desea?" El entrevistador escucha, explora, reflexiona y debe mantenerse alejado de los juicios o la evaluación. Simplemente escuche lo que la persona quiere.

Otra técnica utilizada en la entrevista motivacional se llama “desarrollo de discrepancias”: obtener descripciones de la brecha entre lo que se desea y lo que está sucediendo ahora. ¿Cuáles son las consecuencias no deseadas del comportamiento actual? ¿Cómo están interfiriendo en lo que la persona quiere? Por ejemplo: “Bien, entonces le gustaría liderar el proyecto A, B, C: ¿cómo influyen los conflictos con su colega XYZ en esa situación?”

A lo largo de la conversación, el practicante intenta evitar las discusiones: la discusión es un poco como un diálogo socrático. Se deja que la contraparte saque sus propias consecuencias. No se le dice, solo se le invita a pensar en su situación y los posibles cambios que ELLA podría querer hacer.

Al igual que en el coaching, el practicante de la entrevista motivacional puede preguntar sobre éxitos pasados: ¿la persona alguna vez tuvo éxito, aunque sea un poco? ¿Qué funcionó entonces? ¿Cuándo fueron menos palpables los conflictos con los otros miembros del equipo? ¿Qué contribuyó la contraparte en la conversación?

Los pasos de la entrevista motivacional se denominan:

Participar

Ser curioso sobre la vida (laboral) de la persona, averiguar su perspectiva, escuchar con aprecio

Enfocarse

Preguntar sobre lo que le gustaría cambiar a la otra persona (mientras se influye un poco en la dirección del cambio deseado) hablando sobre la discrepancia entre lo que la persona quiere y lo que está sucediendo actualmente y notando todo lo que va en la dirección correcta.

Evocar

Hablar sobre lo que podría ser diferente después de un cambio, por qué el cambio sería beneficioso, qué cambiaría en la vida de la persona.

Planificar

Ayudar a la persona a diseñar experimentos y movimientos hacia adelante.

Como puede ver, no es del todo entrenamiento, pero tampoco decirlo. Para obtener más información, puede visitar el sitio web de los capacitadores de Entrevista Motivacional o puede asistir a nuestros encuentros gratuitos y sesiones de intercambio para compartir preguntas y respuestas con nosotros y nuestra gente amigable

www.solutionsacademy.com/registration

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